Ahora que no te puedo ver es una obra acerca de las separaciones físicas provocadas por las restricciones de movilidad consecuencia de la pandemia por COVID19.

En esta obra reflexiono sobre la memoria visual, reproduciendo una suerte de impresiones minimalistas de diez personas escogidas meticulosamente por formar parte de mi entorno más personal.

Con un material muy aguado, me reto a representar los rasgos más característicos de cada una de ellas con trazos sueltos, dejando parte de mi control como pintora a las propias fluctuaciones del líquido sobre el papel, de forma que se aparezcan frente a mí de forma semivelada, surgiendo del blanco roto del papel. Un fondo que lo tiñe todo, como en una fotografía quemada o como cuando nos ciega una fuerte luz y solo atisbamos a ver lo imprescindible.

Cada una de las obras de la serie miden lo mismo (76,5 x 200 cm) pero los modelos están encajados allí según sus respectivos tamaños, como si en cada pintar los estuviera creando de la nada, como en un ritual o como en un holograma, mucho más real que en una pantalla; una réplica a mis ojos desde mis ojos y creada por mi mano de cero, desde la cual ya me acompañan.